Libros, cuadros, flores, plantas, lámparas, adornos, fotos, alfombras, cortinas y más. Todo está permitido en la cocina y, más allá de los consensos, estos elementos logran crear un espacio acogedor, distinto y muy atractivo. A pesar de lo práctica que resultan aquellas pulcras y minimalistas cocinas tipo laboratorio, muchos consideran que tienen más carácter aquellas que son resultado de la incontinencia decorativa de sus dueños.
Como lo hemos dicho muchas veces, hoy la cocina es el corazón de la casa y su uso va más allá de cocinar. Aquí también se come, se estudia y se trabaja, por lo que hay que hacer un esfuerzo para convertirla en un lugar acogedor y que su uso como living, comedor y escritorio no resulte forzado.
Y para ello basta con incluir ciertos elementos que le darán ese toque confortable. Una linda mesa con coloridas sillas, estantes con libros, cuadernos y lápices, una bonita lámpara, fotos que nos inspiren, recuerdos de viajes, flores frescas, una pequeña huerta a escala o plantas de interior, una alfombra y las cortinas adecuadas pueden transformarla en el mejor lugar de la casa.
Pero hay que tener presente que todos estos elementos deben ser coherentes con el mobiliario y los elementos a su alrededor. Por ejemplo, no hay que olvidarse del lavaplatos y su grifería. En este caso, sugerimos la Sibel de Stretto, que además de su decorativo look industrial, cuenta con dos tipos de choros, uno normal y uno tipo lluvia que permite que el agua caiga sutilmente sobre elementos delicados o algunos alimentos más frágiles que necesitan ser lavados.
Entonces, la experiencia de poder lavar una gran olla sin tener que mojar toda la cocina, piso incluido, gracias a la ayuda del caño móvil de Sibel nos hace vivir en carne propia las ventajas de la tecnología aplicada al uso doméstico.
Eso es justamente lo que ofrece Stretto, una gran variedad de productos para la cocina y el baño, que gracias a la constante innovación e investigación, desarrolla griferías pensadas para mejorar la calidad de vida de sus clientes.