Neyen, la más antigua viña del Valle de Apalta, fue una de las destacadas durante la visita a Chile del reconocido periodista y crítico de vinos James Suckling.
De acuerdo con el cronista, uno de los puntos fuertes de la industria vitivinícola chilena es su producción con estándares a nivel mundial, con una riqueza inigualable en la diversidad de vinos elegantes, complejos y frescos, compitiendo con los mejores de Europa y California.
En este ámbito se destaca a Viña Neyen y sus parras centenarias, origen de una prodigiosa mezcla de Carmenere y Cabernet Sauvignon, fiel reflejo de las afamadas y fértiles tierras bañadas por el Río Tinguiririca.
Durante su visita a Chile, Suckling distinguió con 93 puntos a Neyen 2012, ensamblaje con potente aroma de moras, tierra y corteza; de gran cuerpo, taninos finos y sedosos, con final intenso.
Este prestigioso resultado es fruto del trabajo que desde 2002 ha venido cosechando diversos reconocimientos a nivel mundial, como Wine Spectator, Wine Advocate, un testimonio a un legado centenario que revela el espíritu del terroir más emblemático del Valle de Apalta.
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