Viña Seña lanzó oficialmente en Chile su más reciente y galardonada cosecha, año 2013, con un evento en su viñedo ubicado en el Valle de Aconcagua para celebrar los buenos resultados del año con la industria nacional relacionada al vino.
El encuentro comenzó al mediodía, con un recorrido por el Centro Biodinámico de Seña, en el que los invitados pudieron conocer más acerca de la filosofía y agricultura según la cual se rige esta viña desde el año 2005. Eduardo Chadwick, dueño y presidente de la viña, abrió el evento relatando los principales hitos de su historia, comentando que “Seña nace en el año 1995, fruto del sueño compartido de mi familia y la de Robert Mondavi, de crear un vino de clase mundial, que lograra posicionar a Chile en las grandes ligas. Nuestro objetivo fue crear un producto de la más alta calidad, que contribuyera a cambiar la forma cómo el mundo veía al vino chileno”.
Los invitados ascendieron después a lo más alto de la viña, al Mirador Seña, a disfrutar de un almuerzo en tres tiempos, en el que degustaron cosechas antiguas de Seña –la 1997 y la 2000– presentadas por Eduardo Chadwick junto al enólogo jefe, Francisco Baettig.
El punto cúlmine del evento fue la aparición de la botella de Seña 2013 a través de una pieza de danza mística, creada para dar la bienvenida al vino, con una serie de reverencias, movimientos y música que hablaban sobre la naturaleza y la tierra. Entonces, todos brindaron gozando de la espectacular vista sobre el Valle de Aconcagua.
“La 2013 es una vendimia excepcional, caracterizada por condiciones de clima frío que contribuyeron con sabores frescos e intensidad frutal en cada lote del viñedo, dando como resultado un vino que realmente sobresale por su perfecta combinación de estructura, persistencia y redondez, fineza e intensidad”, afirmó Baettig.