Entrando en el segundo semestre del año, empiezan las festividades y junto con ello aumenta el consumo de alcohol. Es por esto que Diageo, empresa líder mundial en bebidas espirituosas, ha querido adelantarse y romper algunos mitos sobre el consumo de alcohol.
Presta atención:
Mito 1: Si tomo poco ¿Puedo manejar?
Con la vigencia de la Ley Emilia, hay quienes han empezado a preocuparse por la graduación alcohólica de las bebidas que consumen antes de conducir, lo cual es erróneo, pues la Ley es clara, tanto en sus sanciones como en las advertencias de etiquetado de los productos y ya sabemos que beber y conducir son dos cosas incompatibles.
Mito 2: Si mezclo ¿La resaca es peor al día siguiente?
Se suele asociar la “caña” o resaca a la mezcla de bebidas, cuando en verdad responde al exceso de alcohol y otros factores, tales como peso, sexo, estado de ánimo, bioquímica del organismo o incluso, hora del día. Todos los cuerpos reaccionan distinto ante el alcohol e incluso una misma persona podría reaccionar distinto en días diferentes.
Mito 3: ¿Un trago fuerte me emborracha más que uno suave?
El alcohol es alcohol en cualquiera de sus formas y origen. La relación volumen/graduación alcohólica es lo que realmente causa el efecto de emborrachamiento. Mientras más alcohol se bebe, más se emborrachará un individuo. Una bebida fuerte produce el mismo efecto que una suave si se bebe en la misma cantidad. Bebidas como vodka, tequila, ron, whisky o incluso las provenientes de caña, contienen aproximadamente la misma cantidad de alcohol por mililitros.
Mito 4: ¿Para no tener resaca ni emborracharse hay que evitar mezclar destilados con fermentados?
La alcoholemia es la cantidad de alcohol que circula en la sangre luego de la ingesta, sin importar su sabor, olor, color o mezcla. Se cree que la alternación de tragos es lo que emborracha, cuando en realidad lo que sucede es que se suele beber más rápido, aumentando así el porcentaje de alcohol en el organismo.
Entendiendo estos mitos, es importante también la auto-regulación del consumo, ya que cada persona reacciona de manera distinta a la ingesta de alcohol, debido a los distintos factores ya mencionados.